Ayrton llegó al GP de Brasil 1991 con la firme intención de cambiar el destino y romper esa mala racha. Sabía que para conseguirlo debía protagonizar una de las mejores carreras de la historia de la F1.
NO SE TRATA DE UNA CARRERA MAS....No es una fecha más para la Fórmula Uno, ni para el mundo del automovilismo y tampoco para los brasileros. LLega la máxima a la tierra de uno de los deportistas mas recordados en el mundo. La Fórmula 1 disputará su penúltima fecha de la temporada 2018 en Brasil y es imposible no recordar al ídolo local Ayrton Senna.
En esta oportunidad, recordá aquel 24 de marzo de 1991, cuando se llevó la victoria en Interlagos a pesar de tener inconvenientes con la caja de cambios. Heroico.
UN GRAN RECUERDO PARA LA MEMORIA....Llegaba la segunda cita de la temporada 1991 en Brasil, Senna tenía allí una cuenta pendiente. En los ocho años que llevaba en la Fórmula 1, nunca había podido ganar en el Gran Premio que corría de local.
AQUELLA CARRERA......Ayrton partía desde la posición de privilegio, todo el tránsito de la carrera había sido normal. El brasileño era el puntero con comodidad sobre sus inmediatos perseguidores. Pero a siete vueltas para la bandera a cuadros todo se complicó por un problema en la caja de cambios del McLaren-Honda MP4-6 lo dejaba solo con la sexta marcha. Pero nada iba a detener el sueño de Senna de ganar ante su gente.
EL ESFUERZO DESCOMUNAL....En esos siete giros, el piloto paulista hizo un esfuerzo descomunal para adaptarse rápidamente a las condiciones del auto. Cuando cruzó la bandera a cuadros en primer lugar, los auxiliares de pista le acercaron la bandera de Brasil que solo pudo sostenerla unos pocos metros, ya que se le había sufrido un calambre en el cuello y los brazos.
La gente en las tribunas desbordaba de felicidad, gritando por su ídolo. La primera victoria de Ayrton en casa, no pudo ser más épica, emocionante y emotiva.