El escultor y pintor argentino falleció este domingo a la mañana, a los 76 años. Sus obras, en las que convertía los desperdicios de los ferrocarriles en grandes obras, lo hicieron triunfar en París.

(Facebook: Carlos Regazzoni)

A los 76 años murió el artista argentino Carlos Regazzoni durante la mañana del domingo, en el Hospital Italiano de la ciudad de Buenos Aires, donde estaba internado producto de una enfermedad con la que venía luchando los últimos meses. En redes sociales, su hijo, el médico y político (ex titular del PAMI) Carlos Javier Regazzoni, confirmó la noticia con un texto corto, pero sentido: “Se nos fue un grande! Abrazo Pa!”

El escultor y pintor, padre de 7 hijos, nació en Comodoro Rivadavia en 1943, para luego afincarse en Longchamps en Almirante Brown, provincia de Buenos Aires. Además, vivió en Francia, donde se hizo conocido gracias a al filme El Hábitat del Gato Viejo, del cineasta galo Franck Joseph.

El creador se destacó por su “arte de la chatarra”, a partir de la cual recuperaba piezas en desuso de los ferrocarriles para convertirlas en esculturas de diferentes tamaños. Gracias a esta técnica, fue contactado por la SNCF (Ferrocarriles de Francia), quienes le realizaron encargos que le permitieron hacerse un nombre en París desde su atelier en un hangar desafectado en el 18eme Arrondisment.

Verborrágico, profundo, inconformista, Regazzoni era una rara avis en el mercado del arte, ya que su búsqueda nunca fue comercial, sino que buscaba liberar su propia creatividad como motor de vida.

Declaradas de interés popular a nivel nacional, sus obras lo hicieron participar de la muestra por los 100 años de la historia aeronáutica francesa en Champs Elyssés,entre otras. Su última gran exposición pública fue en el Paseo de las Esculturas de Buenos Aires, donde rindió un homenaje al trabajo de la aeroposta francesa, que fueron pioneros en el correo aéreo en el continente americano.

En el 2015 fue declarado Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad; recibió el Gran Premio del 28º Festival de Pintura de Cannes-sur-Mer, en Francia y sus obras se exhiben en museos, tanto en Buenos Aires como en París. Madonna y Diego Maradona son algunos de los famosos que adquirieron sus obras.

En su regreso al país tras la experiencia francesa, Regazzoni instaló su taller frente al barrio popular 31, en Retiro junto a un restaurante, El Gato Viejo, que donde además de cocinar atendía al público.

27 de Abril de 1973 - Muere Carlos Alberto Menditéguy

La historia de Juan Carlos Menditéguy junto al Polo | PoloHUB

Carlos Alberto Menditeguy ,nace en Buenos Aires, 10 de agosto de 1915,muere el 27 de abril de 1973, fue un deportista argentino multidisciplinario, que se destacó oficialmente como corredor de automovilismo de velocidad y jugador de polo.En 1940 reemplazó a Manuel Andrada como jugador de El Trébol, que había logrado el Campeonato Argentino Abierto del año anterior. Menditeguy ya tenía 10 de hándicap. Junto a su hermano Julio y los hermanos Luis y Heriberto Duggan, el equipo obtuvo el máximo certamen de polo interclubes a nivel mundial en cuatro ocasiones más (1940, 1941, 1942 y 1943).
En 1942, Menditeguy fue parte del cuarteto de La Espadaña que ganó el Abierto de Tortugas, el tercer gran torneo del polo mundial. De ese equipo también formaban parte Eliseo V. Segura (hijo) y los hermanos Tomás y Luis Garrahan. Como polista obtuvo el Premio Konex como uno de los mejores.Como automovilista fue siempre un hombre de ir a todo o nada. Temperamental, apretaba el acelerador a fondo desde el principio al fin. Claro que los fierros no siempre acompañaban. Clásica es la anécdota en la cual en el Gran Premio del 1963 que venía ganando, a 15 km de la llegada en Arrecifes, el motor de su Ford dijo basta. Con toda la decepción del mundo se bajó, se sacó los guantes y los apoyo en el capó del auto. Prendió luego con tranquilidad un cigarrillo y dándole el encendedor a su acompañante -el celebre “Negro” Linares- le dijo: “saque un poco de nafta del tanque y tírela sobre esto. Quémelo Linares, quémelo”.

Sin fecha posible de regreso a las pistas, el deporte motor vive un momento de incertidumbre en Argentina y el mundo.

El pasado 15 de marzo fue el último fin de semana con actividad en pista, cuando el Turismo Nacional se presentó en Villa Mercedes y el Top Race en Concepción del Uruguay. Ya pasaron 38 días y el futuro es dudoso, sin fecha estipulada para retomar la actividad.

La cuarentena por el coronavirus va camino a extenderse y ahora se menciona que mediados de mayo o principio de junio sería el “pico” de la pandemia en nuestro país, lo que genera mayores dudas.

En diálogo con el equipo Campeones, el presidente de la Comisión Deportiva Automovilística del ACA, Carlos García Remohí indicó deberemos empezar de nuevo con los calendarios. Será difícil mantener lo que teníamos previsto, veremos cuando puede empezar cada categoría y como está todo cuando nos den vía libre, pero como dice el gobierno la cosa se mueve día a día”.

Aparte sostuvo que “probablemente el fútbol empiece primero sin público, pero el automovilismo reúne más gente en boxes. Nos pondremos en charla con la gente de la ACTC y de todo el automovilismo, veremos cómo se reorganiza todo”.

Aunque las categorias nacionales lo podrán hacer impulsadas por sus compromisos televisivos, el panorama del automovilismo a nivel zonal parece imposible bajo esta condicion.

Conocido es el sistema con el cual se maneja el automovilismo amateur, dependiendo de la concurrencia de publico para tratar que la ecuación cierre.

 

Fuente: Campeones

Mattia Binotto, jefe de la Scudería, avisó que podrían buscar otra competencia si se adoptan medidas que vayan contra su filosofía para combatir la crisis del COVID-19

Ferrari amenaza con abandonar el Mundial de Fórmula 1 (Reuters)

Ferrari amenaza con abandonar el Mundial de Fórmula 1 (Reuters)

Nadie imagina una carrera de Fórmula 1 sin un coche rojo de Ferrari, la única escudería que ha estado compitiendo en la máxima categoría del automovilismo desde el primer campeonato en 1950. Sin embargo, el coronavirus ha generado una gran crisis económica que abierto aún más la grieta entre ambas partes y la Scudería amenaza con abandonar el barco.

Mientras que equipos como Mercedes se muestran más comprensivos con las demandas de los menos poderosos, Ferrari es uno de los que no están de acuerdo en bajar más el techo presupuestario.

En medio de la gran crisis financiera debido a la pandemia del COVID-19, con el campeonato que no ha comenzado y con nueve carreras canceladas, hay que reducir costos para sobrevivir. El límite de los 160 millones euros ha pasado a ser de 135 millones de cara a 2021, pero la FIA y algunos jefes de equipos quieren que sean mucho menos (unos 90 millones).

Ante este panorama, Mattia Binotto, jefe de Ferrari, hizo una amenaza pública de irse de la F1 en caso de no sentirse a gusto con las medidas. “La nueva demanda de rebajar el techo presupuestario es muy exigente. Es algo que no se puede lograr sin sacrificios significativos, sobre todo de recursos humanos. Si quieren reducir aún más, quizá ello nos colocaría en posición de buscar otras opciones donde mostrar nuestro ADN de competición”.

Mattia Binotto, jefe de Ferrari, amenazó con dejar la Fórmula 1 si toman medidas que no representan su filosofía (REUTERS)

Mattia Binotto, jefe de Ferrari, amenazó con dejar la Fórmula 1 si toman medidas que no representan su filosofía (REUTERS)

Este dirigente italiano cree que la F1 puede desprestigiarse si se reduce tanto el presupuesto como pretenden otros equipos. “La F1 tiene que ser el pináculo del deporte del motor en términos de tecnología y rendimiento. Debe ser atractivo para los fabricantes de automóviles y los patrocinadores que desean vincularse a esta categoría más prestigiosa. Si restringimos los costes en exceso, corremos el riesgo de reducir el nivel considerablemente”, argumentó.

No obstante, Mattia Binotto entiende que en cada equipo hay distintas realidades y que el coronavirus ha extremado las medidas, aunque cree la categoría reina podría tomar sus decisiones con mayor precaución para no generar, por ejemplo, una pérdida de empleos masiva.

“En la F1 tenemos todo tipo de equipos con diferentes características. Operan en diferentes países, bajo diferentes leyes y con sus propias formas de trabajo. Por lo tanto, no es simple y directo hacer cambios estructurales, simplemente recortando costos de manera lineal. Somos conscientes de que la F1 y, de hecho, el mundo entero en este momento está pasando por un momento particularmente difícil debido a la pandemia. Sin embargo, este no es el momento de reaccionar rápidamente, ya que existe el riesgo de tomar decisiones sin evaluar claramente todas las consecuencias. No se debe olvidar que las empresas juegan un papel en el tejido social de una nación. No solo están ahí para obtener ganancias”, reflexionó.

 

 

Fuente: infobae

El mejor tenista argentino de la historia, el marplatense Guillermo Vilas sufre de un importante deterioro cognitivo y permanece recluido en su domicilio en el Principado de Mónaco.
En 2018, "Tito" Vázquez, ex jugador y capitán argentino en Copa Davis, había hablado sobre la salud del ídolo: “Nadie lo dice pero creo que él tiene un principio de alzheimer. Y, según tengo entendido por gente que me ha hablado, lo han visto bastante mal, pobre”.

Pero Vilas no es el Vilas de antes, el verborrágico, el poeta, el que dibujaba un arcoiris con vocales y consonantes.
Con 67 años, se encuentra en una etapa importante de una patología coincidente con un deterioro cognitivo, lo cual se le viene manifestando hace años y hoy lo acosa, según cuentan quienes pueden acceder a alguna información que brota a cuentagotas desde su casa en el Principado
Desde hace un largo tiempo pasa los días lejos de una exposición de la que supo hacer magia con las palabras, como cuando golpeaba la pelota de espaldas por entre las piernas.

Guillermo Vilas pasa un delicado momento: “Físicamente no se nota, pero está muy deteriorado. Su salud mental está cada vez peor. Tiene algunos momentos de lucidez pero no tiene plena conciencia de lo que sucede a su alrededor, incluso ha llegado a desconocer a amigos. Tiene momentos en los que no puede mantener el hilo de una conversación”.

En la víspera falleció, victima del Covid-19, el ex piloto Bob Lazier (81 años), quien fuera novato del año en 1981. Sus hijos también fueron parte de la categoría, con Buddy Lazier como ganador de las Indy 500 y campeón de IRL; Jaques por su parte venció en una competencia.-
Bob, el patriarca de la famosa familia de pilotos Lazier, había sido en los 70 un competidor regular de Formula Super Vee y la F5000 americana, que llegó a la CART a los 42 años, donde logró tres top 5 en Riverside, Watkins Glen y circuito mexicano "Hermanos Rodríguez". Acabó noveno en la general y fue Rooky del año 1981.

Lazier, nacido en Minneapolis, "se mudó de Minnesota a Vail después de que él y su esposa, Diane, pasaron su luna de miel allí en 1963, atraídos por ver un folleto sobre la naciente ciudad de montaña en la tienda de ski de Minneapolis donde Bob trabajaba. La compañía de Lazier construyó numerosas propiedades en Vail, con Tivoli Lodge como su joya de la corona".

Lazier ganó la clase de Fórmula B en 1971 en el SCCA National Championship Runoffs, compitió en la USAC Mini Indy Series y en la Fórmula 5000 antes de llegar a la CART Indy Car Series en 1981 con el equipo de Robert Fletcher.

A los 42 años era muy mayor para ser un novato, pero su experiencia en circuitos mixtos fue útil en esa temporada, ya que se enfrentó a especialistas en óvalos que todavía luchaban con el arte de girar a la derecha y a la izquierda durante los primeros días de diversificación de pistas en el Championship Auto Racing Teams.

Aunque el motor de Lazier se rompió en las 500 Millas de Indianápolis, que no formaban parte del campeonato de CART ese año, Lazier impresionó en otros lugares. Alternando entre un March 81C nuevo y un Penske PC7 del año anterior, Lazier terminaría noveno en el campeonato y terminaría como el mejor debutante.

La clave de ese honor fueron tres finales entre los cinco primeros, todos alcanzados con el Penske y todos acumulados en los tres circuitos mixtos del campeonato esa temporada: Riverside, Watkins Glen y Ciudad de México.

Al año siguiente, Bob volvió a las 500 de Indianápolis con el Wysard Racing, pero abandonó la competencia el primer día de la clasificación y se retiró definitivamente tras el fatal accidente de Gordon Smiley.

Sus hijos Buddy y Jaques se convirtieron en pilotos de monoplazas. Buddy tuvo un éxito especial, ganando la primera carrera de la Indy Racing League, la Indy 500, en 1996, el título de la IRL en 2000, y luego consiguiendo cuatro victorias más en 2001, el mismo año en que Jaques consiguió su única victoria.

Bob fue propietario y dirigió el equipo Lazier Racing Partners, que tuvo a Buddy en Indy desde 2013 hasta 2017, y también participó en el SVRA Brickyard Vintage Racing Invitational en el Indianapolis Motor Speedway.